LESIONES DEL CORREDOR: FRACTURA POR ESTRÉS
Fuente:
Paracelso Diagnóstico Médico - Dr. Eduardo Blanco Baiges, Col. 505013271
Las microfracturas trabeculares o fracturas por estrés son frecuentes en articulaciones que no están acostumbradas al ejercicio físico intenso y que han comenzado un entrenamiento partiendo del sedentarismo o en deportistas habituales que han aumentado su nivel de exigencia de cara a preparar, por ejemplo, una media maratón.
No podemos negar que el atletismo se ha extendido entre gran parte de la población general de forma activa, sobre todo en la modalidad de la carrera de medio fondo. El aficionado ya no sólo disfruta del deporte rey desde el sofá de su casa, sino que sale a la calle dispuesto a correr casi a diario.
Los traumatólogos somos testigos de este cambio de tendencia en los últimos años. Las consultas de atletas neófitos con patologías por sobrecarga se han incrementado considerablemente.
En el atletismo predomina la patología muscular y tendinosa, al contrario que en otros deportes de contacto más proclives a los traumatismos, esguinces o fracturas.
Las microfracturas se producen en articulaciones de carga, habitualmente por microtraumatismos de repetición como es el continuo apoyo del pie contra el suelo, y suelen aparecer en el cuello del fémur (cadera), mesetas tibiales (rodilla), metatarsianos (pie), etcétera.
Habitualmente no se aprecian en las radiografías convencionales, y necesitan estudios como la Resonancia Magnética Nuclear para confirmar el diagnóstico.
La presencia de una lesión trabecular y edema óseo obliga al reposo deportivo y la rehabilitación, pero la mejor opción es la prevención de la lesión: además del calentamiento y los estiramientos, es necesario dosificar el ritmo de entrenamiento en caso de aparición de molestias.
En ocasiones puede bastar con disminuir el número de sesiones semanales o la distancia recorrida por sesión para evitar que se produzca la lesión. La supervisión de un entrenador es recomendable para los corredores poco experimentados. Si se instaura el dolor, es mejor acudir al traumatólogo y no correr riesgos innecesarios.