Marcelino García Toral: «En la primera jornada ya me echaban si no tomaba una decisión»

MARCELINO GARCÍA TORAL: «EN LA PRIMERA JORNADA YA ME ECHABAN SI NO TOMABA UNA DECISIÓN»

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14/12/2009 8:40:00

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Equipo ofrecido por El Periódico de Aragón

Entrevista con el destituido técnico del Real Zaragoza.

En su primer día como exentrenador del Real Zaragoza, Marcelino García Toral no escondió su decepción y, acompañado por sus ayudantes, Ismael Fernández y Rubén Uría, partes inseparables en su trabajo, visitó EL PERIÓDICO para analizar su salida del Zaragoza.

Asegura que el club, sus dirigentes, no confiaban ya en su capacidad en el banquillo desde hace bastante tiempo. ¿Desde cuándo tiene esa sensación?
Desde la primera jornada. Ahí el cuerpo técnico ya vimos que iba a ser difícil acabar la temporada. Ya entonces se me dijo que que se me echaba si no tomaba una decisión concreta.

¿Qué decisión?
En esa decisión hay terceras personas involucradas. Fue la que fue y ya está.

Surgieron muchas diferencias con el club tras lograr el ascenso. ¿Por qué?
A nosotros se nos explica cuál iba a ser el proyecto al finalizar la pasada temporada. Nos reunimos y lo aceptamos. Ahí vimos lo que era importante para el Zaragoza. Tuve muchas oportunidades de hablar porque no estaba de acuerdo en el trabajo posterior o en la confección de la plantilla, aunque es verdad que nos faltó algo de suerte para concretar fichajes que estaban muy cercanos, pero no lo hice, respeté ese pacto y busqué el bien común. Después se fue intentando deteriorar mi imagen profesional y personal hasta un punto que ya era una situación que no podía aceptar.

Se siente engañado, claro
No considero que se me haya engañado, pero las proyecciones que se me hicieron no fueron realistas, más bien exageradas.

¿Qué cuota de responsabilidad tiene en esta plantilla?
Di el visto bueno a todos los fichajes que llegaron, pero decisivamente intervine en dos, por la insistencia, y acepté el resto, por lo que soy copartícipe en ésos.

Además, tampoco se dio salida a jugadores descartados, como Songo´o, Paredes o Pulido, o a otros en situación de transferibles, como Arizmendi o Pavón. No era fácil hacer grupo así, una vez acabado el mercado de fichajes.
Ya en el verano a algunos futbolistas se les puso contra mí, aunque luego, también con la participación del club, se logró aunar voluntades. El comportamiento de esos futbolistas es de agradecer porque tenían dudas de cómo yo me había portado con ellos.

¿No es un contrasentido escuchar tan poco al técnico en el que supuestamente se confía?
Se tenían que haber hecho las cosas de forma diferente, no se hicieron, empezó a rodar el balón y la culpa es del entrenador. Tengo que asumir mi grado de culpabilidad, aunque desde luego no sea el cien por cien.

Con esa coyuntura vivida, ¿pensó en dimitir de su cargo en algún momento, el 31 de agosto o en estos meses?
No, ni en verano ni ahora. En el verano además ya no tenía tiempo porque el 31 de agosto tal y como quedó la plantilla y tras haber jugado un partido, ante el Tenerife, si renunciaba, renunciaba a todo, al contrato, a la posibilidad de entrenar en Primera... No tenía razón de ser. Tonto puedo ser, pero tanto, tampoco.

El presidente Bandrés dijo, después de su destitución, que usted les aseguró que no estaba convencido y que no dio soluciones para variar la trayectoria.
No es así. Yo les dije que no podía asegurar que nos fuésemos a salvar, porque no soy adivino, no tengo ese don. Les dije que no podíamos trabajar más, porque de lo contrario no tendríamos la conciencia tranquila y la tenemos. Lo que sí le dije es que si fichábamos a un delantero creía que nos íbamos a salvar. Más...

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