Las piscinas municipales participan en la campaña de recogida de productos de primera necesidad del Banco de Alimentos de Aragón

LAS PISCINAS MUNICIPALES PARTICIPAN EN LA CAMPAÑA DE RECOGIDA DE PRODUCTOS DE PRIMERA NECESIDAD DEL BANCO DE ALIMENTOS DE ARAGÓN

Noticia

26/07/2011 14:00:00

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Ayuntamiento de Zaragoza

Los CDM de La Granja, Alberto Maestro y Gran Vía recogerán las donaciones entre los días 28 y 29 de julio.
Las entregas se distribuirán de manera inmediata y de forma gratuita a centros asistidos de Zaragoza y de otras zonas de la comunidad autónoma.

Las piscinas públicas de La Granja, Alberto Maestro y Gran Vía participarán los días 28 y 29 de julio en la campaña de recogida de alimentos que ha organizado conjuntamente el servicio de Instalaciones Deportivas del Ayuntamiento de Zaragoza y la Fundación de Alimentos de Aragón con el propósito de reunir productos de primera necesidad para donarlos después a centros asistenciales de Zaragoza y otros puntos de Aragón.

Se trata de la primera ocasión en la que participan las piscinas de Zaragoza, que se quieren sumar, de esta manera, a un trabajo desinteresado de la Fundación Banco de Alimentos de Aragón, convencidos, de que "cualquier lugar es bueno para expresar nuestra solidaridad y para ejercerla", indicó el concejal de Deportes de Zaragoza, Roberto Fernández.

Contra el hambre
La campaña no supone ninguna obligación para ningún usuario de las piscinas, pero sí le da una oportunidad de aportar los alimentos que compre de manera expresa o que tenga en su domicilio para, de esta manera, "luchar contra el hambre y la miseria en Aragón", tal y como destacan los principios de la Fundación Banco de Alimentos de Aragón.

Los interesados pueden aportar, de manera preferente, arroz y legumbres secas, azúcar, harina y pastas, aceite, leche, turrones, frutos secos, pasas y conservas. De la misma manera se rechaza cualquier aportación de productos congelados o de bebidas alcohólicas.

Roberto Fernández indicó que los zaragozanos han demostrado en muchas ocasiones su generosidad y por eso, se ha pensado que facilitar la recogida de alimentos en unas instalaciones en las que hay una importante afluencia de ciudadanos es "una herramienta más, una manera de apoyar a una iniciativa que tiene una base ética en la que nos reconocemos".

Una vez que se recogen los alimentos, la Fundación los redistribuye de manera inmediata a más de 30 entidades benéficas, entre asociaciones, fundaciones, residencias y servicios sociales que suponen beneficios directos para más de 20.000 personas y que evitan a los receptores el tener que buscar estos recursos con sus medios.

El Banco se constituyó en 1994, siguiendo la estela de otras iniciativas similares que ya habían arraigado en Barcelona y Madrid y que reproducían la idea inicial que se gestó en Estados Unidos en 1967.

De manera habitual, el banco contacta con grandes empresas comerciales y grandes superficies que de manera gratuita le aportan sus excedentes (que si no se venden se destruyen). También acepta las distribuciones gratuitas de los excedentes alimentarios del Fondo Social de la Comunidad Europea y se distribuyen a los centros asistenciales sin recibir ninguna compensación económica. También es cierto que la Fundación acepta donativos y hace colectas para poder mantener la infraestructura que precisa para llevar a cabo su trabajo y que se concreta en naves de almacenamiento, cámaras frigoríficas, transporte, teléfono, etc.