La importancia del sueño en  la recuperación del deportista y de las lesiones deportivas

LA IMPORTANCIA DEL SUEÑO EN LA RECUPERACIÓN DEL DEPORTISTA Y DE LAS LESIONES DEPORTIVAS

Noticia

02/10/2013 9:00:00

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Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Aragón. Autor: Javier Betoré Muro. Nº Colegiado 467.

En los últimos años se han realizado numerosas investigaciones en las que se destaca la importancia de la alimentación y un correcto descanso en la recuperación de lesiones. Además, es altamente recomendable que ese descanso se produzca por la noche.

En el mundo del deporte es muy frecuente encontrarse con personas que recuperan antes las lesiones que otras.

Es curioso que el fisioterapeuta al realizar un tratamiento similar ante una misma lesión y en la misma persona unas veces la recuperación es muy rápida y en otras ocasiones es muy lenta.

En los últimos años se han realizado numerosas investigaciones acerca de las lesiones deportivas tanto en sus causas como en los enfoques más adecuados para tratarlas, existiendo cada vez más consenso en el concepto de que una alimentación adecuada adaptada al deporte y al nivel de esfuerzo del deportista es imprescindible tanto para prevenir como para tratar las lesiones deportivas.

Además de todo esto es imprescindible un correcto descanso ya que no sólo es necesario ingerir los nutrientes adecuados para recuperar las fibras musculares, tendinosas y óseas que se han destruido en el esfuerzo del entrenamiento y de la competición si no que el organismo necesita de la noche para reconstruir todo el tejido que ya no es funcional.

En el caso de las lesiones deportivas como es el caso de una rotura de fibras en un atleta de velocidad es imprescindible dormir entre siete y nueve horas, pero lo que es imprescindible es que este sueño sea durante la noche, según los expertos debería dormirse el lesionado entre las 22 y las 23:30 horas y despertarse entre las 7:30 y las 8:30 horas.

Esto es así porque nuestro sistema hormonal segrega importantes cantidades hormona del crecimiento y testosterona durante ese periodo de tiempo imprescindibles para regenerar y recuperar los tejidos lesionados.

Esta hormona se segrega en picos cada hora y media desde las 22:30 horas y termina de segregarse aproximadamente a las 7:30 horas. Los pacientes que por motivos laborales o por estudio, no respetan esos horarios, presentan una mayor dificultad para recuperar tejidos necróticos y para aumentar su masa muscular en casos de falta músculo como es el caso de las lesiones ligamentarias de la rodilla.

Dormir durante el día ya sea por no poder hacerlo por la noche o simplemente por mantener nuestra gran amada siesta va a hacer que los ciclos de vigilia y sueño se alteren y con ellos todo el complejo sistema hormonal que nos va a ayudar a conciliar el sueño a las horas adecuadas y por consiguiente no nos va a permitir descansar bien, recuperar tras el esfuerzo y regenerar nuestras fibras lesionadas.

Cabe destacar que el ejercicio físico va a permitir que nuestros niveles de hormona de crecimiento aumenten conforme nuestros entrenamientos sean mayores, por tanto dormir adecuadamente nos va a facilitar regenerar y recuperar mucho mejor el esfuerzo realizado.

El trabajo que se realiza en la recuperación de lesiones deportivas es suficiente para aumentar y estimular la secreción de hormona del crecimiento durante la noche. Como el deporte nos estimula es adecuado no realiarlo cerca de las horas de sueño para que nuestro organismo “tenga sueño cuando es debido” y no más tarde de lo adecuado, a poder ser por la mañana o la tarde antes de que anochezca para estar más activos durante el esfuerzo y prevenir de esta manera posibles lesiones.

No sólo es necesario unas manos expertas y unos equipos de trabajo de última generación para mejorar la recuperación de nuestros pacientes, si no que sois vosotros los deportistas los que también debéis poner un granito de arena para favorecer una mejor recuperación de las lesiones tanto en tiempo como en calidad del tejido que se ha creado.

Un simple consejo es cenar entre las 20 y las 21 horas, proteína de alto valor biológico y fuentes de complejo vitamínico B y dormir como se ha expuesto a las horas recomendadas.