Geles, ¿por qué, cuándo y cómo?

GELES, ¿POR QUÉ, CUÁNDO Y CÓMO?

Noticia

09/02/2016 10:30:00

Compartir en:

Fuente:

Blog «Aprende a Correr» de Juan Romero

De lo que se trata es de ir bebiendo y comiendo durante la competición para que seamos capaces de acabarla y nuestro rendimiento se mantenga, que no es poco, siempre y cuando nuestro ritmo inicial haya sido el adecuado. Un apunte: los geles no son dopaje y por lo tanto nunca conseguirán que vayamos «súper».

La cultura deportiva aumenta en una sociedad en la que proliferan las carreras populares. Los corredores nóveles se renuevan domingo tras domingo.

Hay mucha información en la red pero siempre se puede hacer más. Últimamente estoy leyendo artículos en los que se transmite la sensación de que correr es muy peligroso. Dicen que es fundamental prevenir y hacerse una prueba de esfuerzo. Por supuesto que hay que tener un control de nuestra salud y hay que saber dónde se mete uno, pero me horripila una sociedad en la que predomina el concepto de seguridad en todo, y por extensión en la práctica deportiva. El sentido común debe de imperar siempre y a eso apelo. El control de la salud hasta las últimas consecuencias es una utopía.

El sentido común nos dice que un bocadillo de chorizo sería una buena manera de introducir la energía que necesitamos para movernos pero tardaría mucho tiempo en aprovecharnos (poca biodisponibilidad); Necesitaríamos digerirlo hasta que los nutrientes llegaran al torrente sanguíneo. Los geles están tan desestructurados que en cuestión de un par de minutos ya notamos sus efectos.

El corredor escucha que es importante tomar geles en las carreras largas cuando la duración supera los 75 minutos, pero ¿Cada cuánto debo de tomar uno? ¿Cuántos tomo? ¿Cuáles son los más eficaces?

Es lógico que el corredor novel no tenga especiales conocimientos de fisiología, así como que carezca de experiencias sensoriales en entrenamientos largos o exigentes. No conoce sus límites en los reinos de lo rápido y lo lejano y por lo tanto todo lo que haga será novedoso. Quizá sea su primera maratón o la primera vez que merodea por el territorio inhóspito de los treinta y tantos kilómetros.

Podría hablar de aminoácidos ramificados, de rutas metabólicas, de cafeínas, de taurinas, de glutamina, del adenosíntrifosfato (ATP) o del ciclo de Krebs, pero entonces, más de uno, dejaría de leer.

Quédese, querido lector, con una idea clara y distinta: el cuerpo humano, da igual que sea un corredor experimentado o un neófito, funciona de la misma manera. Necesita energía para mover sus músculos, necesita vitaminas y minerales para que se produzcan las reacciones químicas necesarias para engullir kilómetros, necesita agua para no morir. La glucosa, las grasas y los aminoácidos son los macronutrientes que utilizamos, en ese orden, para satisfacer las demandas de energía. El corredor más entrenado es más eficiente en el consumo de glucógeno y “tira” de grasas de manera más progresiva y nota menos el muro. Pero todos tenemos nuestro muro.

...Si quieres seguir leyendo este interesante artículo completo, pulsa en el siguiente enlace: