Luxación de rótula ¿por qué se produce?

LUXACIÓN DE RÓTULA ¿POR QUÉ SE PRODUCE?

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27/03/2017 14:00:00

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Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Aragón, Autora: Arancha García Vicente, colegiado nº 824

Se suele producir debido a un fuerte impacto o un movimiento brusco de giro de la rodilla. En la mayoría de los casos, la rótula vuelve fácilmente a la posición correcta mediante la extensión de la rodilla (cuando la rodilla se estira) o con la contracción brusca cuádriceps, pero este movimiento provoca mucho dolor.

La rótula es el hueso de protección de la rodilla que permite la unión entre el cuádriceps y el fémur y permite que la rodilla se estire o se doble. La rótula ocupa su propia cavidad, y cuando ésta se mueve o desliza fuera de la misma es cuando se produce la luxación de la rótula.

Algunos de los factores de riesgo que pueden favorecer la luxación de la rótula son:

  • Poca fuerza de la parte interna del cuádriceps (vasto medio) que tiene como una de sus funciones mantener la rótula en la posición deseada durante los movimientos. Si el músculo no es lo suficientemente fuerte, o sus fibras no tienen la orientación adecuada, se es mucho más susceptible a la luxación de la rótula.
  • Excesiva pronación del pie o pie plano, ya que se producen desalineaciones en el cuerpo que hacen que la rótula pueda desplazarse y salirse de su lugar.
  • Algunas personas tienen un ángulo (conocido como ángulo Q), que se forma entr e las líneas que van desde la espina ilíaca anter o super ior al centro de la r ótula y la línea que va desde el centro de la rótula hasta la tuberosidad anterior de la tibia, más grande de lo normal y que puede causar una postura característica como tener las r odillas muy juntas (en “X” o valgo de la rodilla). En este caso cuando la persona extiende la pierna, la rótula sale automáticamente, lo que aumenta el riesgo de luxación.

El tratamiento de fisioterapia de la luxación de rodilla debe ser inmediato a la lesión y consiste en un primer momento en reposo, hielo y elevación de la extremidad pero al cabo de dos semanas que la inflamación ya debe de haber disminuido debemos comenzar con otro tipo de terapia con los siguientes objetivos y ejercicios:

  • Fortalecer y estirar de forma activa y gradual. Al final de la cuarta semana el paciente deberá de ser capaz de soportar el peso de su cuerpo sin complicaciones y aumentar progresivamente la amplitud de movimiento.
  • Realizar ejercicios de fortalecimiento para potenciar el músculo cuádriceps.
  • Realizar ejercicios de movilidad de la rodilla; por ejemplo, valiéndonos de una silla como herramienta, con la finalidad de ganar amplitud de la flexión de la rodilla.
  • Aumentar la funcionalidad de la persona con paseos, piscina y bicicleta.
  • Mejorar la propiocepción mediante ejercicios de equilibrio de rodilla. Estos ejercicios entrenan los músculos y ligamentos para que elaboren una respuesta adecuada sin ningún movimiento exagerado que pueda dañarnos.
    • La propiocepción es fundamental en un programa de rehabilitación. Estos ejercicios simples se pueden realizar desde las primeras semanas de rehabilitación. Y, en las últimas semanas de la rehabilitación se pueden introducir progr esivamente las actividades deportivas.

El peor pronóstico de esta lesión es en los pacientes donde la rótula está elevada, las rodillas en varo (en “()”), existe un recurvatum de rodilla y se producen lux aciones recidivantes o de repetición. Es por ello que debemos estar atentos a ést a lesión y cumplir la rehabilitación al pie de la letra.