NO HAY QUIEN FRENE A LA 'MÁQUINA NARANJA'

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28/09/2009

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Sport Equipo

El equipo de Ortega se sobrepuso a un mal comienzo con un parcial de 0-10 al final del primer acto

La «máquina naranja» continúa perfectamente engranada y sigue sin conocer la derrota en el campeonato liguero. Cuatro partidos y cuatro victorias, algo insólito para el CAI Aragón, que nunca en su corta historia había logrado semejante gesta. Tan sólo clásicos como Ciudad Real, Barcelona y Valladolid siguen el ritmo y los dos primeros se enfrentan hoy.

El CAI tardó en entrar en el partido, circunstancia que aprovechó el conjunto riojano para abrir brecha, favorecido por las exclusiones, que hicieron que los aragoneses jugasen hasta en dobles inferioridades.

Sin embargo, a partir del 20 de la primera mitad el partido cambió. Los diez minutos finales del equipo zaragozano fueron un recital en ataque y defensa. A una media de gol por minuto, Larsson, Stankovic y Arrhenius todos ellos en dos ocasiones; tres tantos desde el extremo del capitán Sorli y un gol de Grebenar, cerraron el primer tiempo con un parcial de 0-10 y 16-19 en el luminoso.

En la segunda mitad, el CAI salió bien y aumentó la renta a cinco goles arriba. Tras el esfuerzo, los de Ortega tuvieron una pequeña pájara en torno al minuto siete de la segunda mitad, momento que aprovecharon los riojanos para endosar un parcial de 5-0 y acercarse en el marcador.

A falta de cinco minutos para la conclusión, un tanto de Ángel Romero ponía el 28-29 en el marcador y los nervios llegaban al equipo zaragozano. Y es que hay cosas que no se deben olvidar, como el sufrimiento al que acostumbra el CAI Aragón en este inicio liguero.

Los últimos minutos vivieron un intercambio de goles entre ambas escuadras, pero el partido estuvo controlado por los de Mariano Ortega, que sumaron su cuarta victoria de la temporada.

Este CAI parece que no tiene freno y la próxima jornada viajará a Valladolid a intentar dar la campanada. Los pucelanos sufrieron ayer para imponerse por un tanto al Antequera, por lo que todo puede pasar.