LA INACTIVIDAD FÍSICA, CUARTO FACTOR DE RIESGO DE MORTALIDAD GLOBAL

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21/01/2020 8:00:00

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Dra. Belen Seral, Traumatólogo infantil del Hospital Viamed Montecanal. Centro Médico Cruz Roja, Zaragoza.

La Organización Mundial de la Salud considera que favorece la aparición de enfermedades asociadas al sedentarismo y obesidad, como son la Diabetes tipo II, la enfermedad cardiovascular y el cáncer.

En España cuatro de cada diez personas se declaran sedentarias en su tiempo libre y el 44,4% de la población mayor de 15 años afirma que no hace ejercicio y que ocupa su tiempo de ocio de forma casi completamente sedentaria, cifras que son más elevadas en las mujeres y que aumentan conforme se incrementa la edad hasta alcanzar un 56,2% de inactividad entre las personas de 75 a 84 años y más del 76,9% entre los mayores de 85. En relación a las recomendaciones propuestas por la OMS, en España, el 33,6% de los ciudadanos de 18 a 69 años (31,3% hombres y 35,8% mujeres), no llegan a cumplir los niveles mínimos de actividad física (AF) semanales.

En cuanto a la influencia de la AF sobre la salud y el rendimiento laboral existe evidencia científica de sus efectos positivos. La promoción de programas de AF en el puesto de trabajo resulta novedoso en España donde solo el 6% de las personas que realizan AF lo hacen en su centro de trabajo, especialmente con intensidad vigorosa (1-3 sesiones semanales). La repercusión económica de la inactividad física de los empleados sobre absentismo laboral en España en 2014 (informe Adecco) supone unos costes directos de 4768 millones de euros a la Seguridad Social. En la Unión Europea el coste del sedentarismo supone más de 80.000 millones de euros anuales.

Tal y como demuestran los últimos informes del Instituto Nacional de Estadística el envejecimiento demográfico en España con un aumento de la esperanza de vida hoy en día supera los 80 años para los hombres y los 85 años para las mujeres. Si la tendencia demográfica actual se mantiene, el porcentaje de personas mayores de 65 años pasaría a ser del 25% en el año 2029 y del 38,7% en el 2064, año en el que la esperanza de vida en los hombres superaría los 91 años y las mujeres alcanzarían los 95 años. El envejecimiento mundial es un logro pero a su vez es un desafío, que conlleva a importantes cambios sociales con mayores exigencias a los sistemas sanitarios.

La promoción de la AF en la infancia, la etapa adulta y la senectud es una de las claves para poder tener una buena salud a lo largo de la vida. La AF se considera una de las principales medidas no farmacológicas propuestas a la población de mayor edad. La OMS define el envejecimiento activo como “el proceso de optimización de oportunidades de salud, participación y seguridad con el objetivo de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen. Algunos parámetros como la condición física, la resistencia aeróbica, la movilidad, fuerza muscular o el equilibrio se asocian con un envejecimiento más saludable. Por tanto, la detección del deterioro precoz y valorar qué actividades ayudan a mejorar son aspectos relevantes para los organismos de salud pública con el objetivo de diseñar estrategias poblacionales que permitan conseguir un envejecimiento más satisfactorio.


BIBLIOGRAFÍA:

  • LA ACTIVIDAD FÍSICA ORGANIZADA EN LAS PERSONAS MAYORES, UNA HERRAMIENTA PARA MEJORAR LA CONDICIÓN FÍSICA EN LA SENECTUD. Gómez-Cabello A, Vila-Maldonado S, Pedrero-Chamizo R, Villa-Vicente JG, Gusi N, Espino L, González-Gross M, Cass JA, Ara I. [Rev Esp Salud Pública. 2018; Vol. 92; 27 de marzo e1-e10]
  • LA ACTIVIDAD FÍSICA COMO HERRAMIENTA PARA REDUCIR EL ABSENTISMO LABORAL DEBIDO A ENFERMEDAD EN TRABAJADORES SEDENTARIOS: UNA REVISIÓN SISTEMÁTICA. López Bueno R, Casajús Mallén JA , Garatachea Vallejo N. [Rev Esp Salud Pública. 2018; Vol. 92; 1 de octubre e1-e11]