Concierto de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina

CONCIERTO DE JOAN MANUEL SERRAT Y JOAQUÍN SABINA

Serrat y Sabina comienzan en Zaragoza la parte española de su gira «Dos Pájaros Contraatacan». Las entradas pueden adquirirse en CAI Tickets o en cajeros CAI.

Fecha:

29/06/2012

Hora:

22:00 horas

Lugar:

Pabellón «Príncipe Felipe»   (Ver situación)

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Serrat & Sabina: fuego cruzado.

Vuelven estos dos pájaros a unir sus voces, entre la lírica y el desgarro, Serrat y Sabina. Durante una pasada gira los espectadores pudieron abatirlos a los dos con un solo tiro, pero esta vez serán estos pájaros los que dispararán sobre las escopetas. Cada uno con su esplendor, con su veneno. Joan Manuel Serrat conserva intacta la rebeldía moral, tenaz, comprometida de unos tiempos difíciles, pero siempre envuelta en el aura de una dicha de vivir, a favor de placeres sencillos, la melancolía de aquellos tranvías que transportaban hacia las playas los domingos a gente vencida y devolvían a la ciudad solo derrotada por el sol, con los labios salados y la piel quemada. Y entre tantas palabras de amor de Serrat, los gritos afónicos de Sabina, ambos fundidos, y aunque los dos crucen sus canciones, uno con la guitarra se rascará el corazón y otro el hígado.

Durante sus conciertos una vez más se llenará el aire de nuevas pálidas princesas, de versos incólumes de poetas, de borrachos, macarras y prostitutas, de bares de madrugada y otras ternuras, pero estos dos pájaros volarán juntos, con las alas cruzadas como sus letras y melodías hacia el fondo de la noche y Sabina se pondrá suave y Serrat hará de canalla y no cesarán de volar hasta encontrar el corazón dulce de los caballos en cada uno de los espectadores. Cantando la moral de la derrota o la gloria de estar vivo, de ser un héroe cotidiano o un superviviente de la propia guerra, los dos han sido elegidos por los dioses, uno con la voz rota, otro modulando un temblor también desgañitado.

Estar siempre de parte de los que pierden, apuntarse a las derrotas, convertir cualquier caída en una rima dura y cantarla como quien grita a la vida, ése es el asunto de Sabina cuyo primer objetivo es que todo el mundo sea feliz, que los reaccionarios dejen libres las nubes y los jergones para que los hijos del cielo puedan volar. Si hubiera sido misionero habría bautizado con whisky a los apaches. Y mientras ese milagro suceda Serrat enamorará a las madres y a las hijas. Acosados por una estampida de admiradores en España y Latinoamérica, Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina se han apropiado de los jóvenes más insomnes, de los más cabreados, de todas esas chicas, que si bien pueden ser princesas, tienen el corazón suburbano. Vuelan juntos otra vez, ahora con las canciones trabadas, como el fuego cruzado de una guerra conjunta contra los bárbaros de cada esquina, a favor de la felicidad de cuantos esperan que un asa llegue por el aire a rescatarlos para volar a la misma altura, con estos dos pájaros, Serrat y Sabina.

Manuel Vicent