LA FEDERACIÓN ARAGONESA DE PÁDEL PODRÍA DUPLICAR SU PRESUPUESTO UN AÑO DESPUÉS DE SU CREACIÓN

El pádel aragonés está, cada vez, en mejor forma. Al creciente número de pistas municipales, fichas federativas y jugadores amateur –hecho que confirma la democratización de esta disciplina- deben sumarse las inmejorables perspectivas económicas que se barajan desde la Federación aragonesa.

La conversión de la ya extinta Delegación aragonesa en Federación a mediados de 2011 ha comenzado a dar sus primeros frutos en términos económicos. La firma de Óscar Cebollero, presidente de la Federación Aragonesa de Pádel (FAP), en las dependencias de la española, supuso algo más que un cambio de estatus del órgano regulador de la Comunidad. A partir de este año no se pagarán ‘tributos’ a la capital del Reino, donde hasta 2011 se destinaba cerca del 85% del importe de las fichas federativas.

Con este panorama, a la Federación aragonesa apenas le llegaban las migajas de sus propios asociados. "Nos las veíamos y deseamos para encontrar financiación para los campeonatos y formar las selecciones", explica Javier Allué, jefe de prensa de la Federación, quien explica que el grueso de los ingresos que hasta ahora recibían procedía del "mecenazgo" de instituciones bancarias.

De ahora en adelante, sin embargo, este dinero será gestionado desde Zaragoza. "Algo menos del 50% de los 44 euros de licencia irá destinado a pagar un seguro privado que cubrirá a todos los federados. El resto será invertido en la organización de torneos y otros eventos y en la selección aragonesa, que por segundo año consecutivo podrá formar equipo en todas las categorías", detalla Allué.

"Hasta este año, el presupuesto de la FAP nunca había superado los 15.000 euros", explica el jefe de Prensa. Ahora, si la Federación supera los 1.000 federados, podría llegar a rondar los 30.000 euros.