LESIONES EN LA OREJA EN LOS DEPORTES DE CONTACTO
Fuente:
Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Aragón. Autor: Juan Luis Nápoles Carreras. Nº Colegiado 837
El otohematoma y la «oreja en coliflor» suelen producirse en deportes en los que existe contacto directo con el otro competidor u oponente, como por ejemplo judo, lucha, rugby, etc.
EL otohematoma es el derrame de contenido sanguíneo que aparece entre el pericondrio y el flexible cartílago auricular y se produce generalmente por fricciones o contusiones sobre el pabellón auricular.
La oreja aparece deformada y tumefacta, formándose una bolsa hemática fácilmente reconocible. La palpación de la oreja nos muestra dolor importante, calor y deformación del pabellón auricular.
Dado que el aporte vascular del cartílago se realiza a través del pericondrio que le rodea, hay riesgo de que la colección de sangre alrededor del cartílago le aisle de las partes blandas de las que depende su nutrición y pueda necrosarse. Hablamos entonces de la necrosis avascular del mismo.
En este caso encontramos destrucción del cartílago y deformidad así como riesgo de infección de la zona que puede dar lugar a un otohematoma infectado u otopiohematoma.
Los síntomas y signos son similares a los del otohematoma, pero más intensos y se les añade la sensación febril propia de los procesos infecciosos. El hematoma dejado a su libre evolución puede infectarse espontáneamente produciendo celulitis (infección de la piel y tejido subcutáneo).
De no tratarse de forma adecuada, o bien de producirse repetidamente, puede seguirse de necrosis y colapso del cartílago auricular debido a los procesos enzimáticos de reparación que dan lugar a una cicatriz de tejido fibrocartilaginoso. Esta cicatriz en el cartílago deforma el pabellón auricular y causa de denominada “OREJA EN COLIFLOR”. Esta complicación no sólo produce afectación estética, sino que en situaciones avanzadas puede dar lugar a dificultades de audición por obstrucción del conducto auditivo externo.
Los deportes más comunes en los que suele ocurrir esta patología son en los que existe contacto directo con el otro competidor u oponente, como por ejemplo, el judo, lucha (sambo, grecorromana, olímpica...), rugby etc...
TRATAMIENTO
Los objetivos del tratamiento del hematoma deben ser: evacuar el hematoma, prevenir la infección, restablecer cuanto antes el contacto entre la piel y el cartílago subyacente para evitar la necrosis.
Para lograr esto debemos tener en cuenta la importancia de un tratamiento precoz que se realizará de inmediato, nada más terminado el entrenamiento o cuando la situación lo requiera.
Consiste en: reposo, compresión, aplicación de hielo de forma inmediata para disminuir el hematoma inicial.
Posteriormente debemos acudir al médico para que proceda a vaciar de forma estéril el hematoma, si es pequeño con punción y si es grande con incisión y drenaje, aplicando posteriormente un vendaje compresivo, en sandwich que aproxime la piel y el pericondrio al cartílago auricular. Este vendaje debe mantenerse durante al menos 3 días.
En ocasiones se añaden antibióticos para prevenir la aparición de infecciones. La punción realizada por personas inexpertas puede dar lugar a infecciones del pabellón auricular o condritis de evolución tórpida, por lo que debe evitarse.
Si el tratamiento del otohematoma se hace de forma correcta y rápida la posibilidad de complicaciones o deformidades posteriores es pequeña, pero si nos es así puede producirse la mencionada oreja en coliflor muy díficil de reconstruir posteriormente.
La reincorporación del deportista a la actividad deportiva puede hacerse a partir del tercer día pero debería tener la precaución de utilizar durante varios meses alguno de los protectores que se comercializan para deportes de lucha o realizar un vendaje funcional cada vez que se vaya a entrenar o el deportista tenga riesgo de volver a tener derrame. El correcto tamaño y ajuste de estos protectores es importante porque se ha relacionado la utilización de protectores de tallas inadecuadas con la reaparición de otohematoma.