Terapia fascial aplicada al deporte

TERAPIA FASCIAL APLICADA AL DEPORTE

Noticia

20/03/2013 9:30:00

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Fuente:

Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Aragón. Autor: Guillermo Aladrén Pérez, colegiado núm. 396

Algunas de las lesiones más comunes que pueden ser ocasionadas por una alteración miofascial en la vida de un deportista pueden ser: esguinces, contracturas, subluxaciones, codo de tenista...

Con el término de Terapia Miofascial deportiva nos referimos a todas aquellas técnicas fisioterápicas en el ámbito del deporte destinadas al tratamiento del dolor de origen miofascial.

A finales de los años 80, el dolor de origen miofascial y su tratamiento y aplicación adquirieron una gran importancia en la fisioterapia, y no tardó en extenderse al mundo del deporte: suponía un nuevo abordaje más global de aquellos dolores cronificados, reflejos, agudos selectivos o simplemente con un origen no del todo conocido. Desde entonces, la fisioterapia miofascial ha evolucionado considerablemente, y actualmente son numerosas las técnicas miofasciales que se han desarrollado para el tratamiento de este tipo de dolor en los deportistas.

El tejido denominado como "fascia" está constituida por una membrana blanca y fibrosa que recubre los músculos y provoca una interacción entre ellos, realizando entre otras muchas funciones la de "envoltura"; hablamos de una unidad funcional pues que envuelve músculos, articulaciones, vísceras, etc... provocando por ello compartimentos interrelacionados: un tejido conjuntivo que rodea todos los órganos en forma tridimensional y permite así mantenerlos en su correcta posición y funcionamiento.

En un deportista de élite en el que se recluta un mayor número de unidades motoras y de forma más intensa y sincronizada, podemos imaginar la actividad interconectiva que puede generar aunque sólo sea porque el final de un músculo puede compartir inserción con otra porción de ese mismo músculo, o con un adyacente distinto, pero tal vez compartan la misma función en el gesto deportivo, y tal vez también la misma fascia.

El tratamiento miofascial pretende evitar situaciones de restricción, situaciones en las que un músculo no esté haciendo su función adecuada en un determinado gesto deportivo a consecuencia de la misma, exponiendo por ello a musculatura vecina a un trabajo biomecánico no adecuado con el consiguiente riesgo de lesión; algunas de las lesiones más comunes que pueden ser ocasionadas por una alteración miofascial en la vida de un deportista pueden ser: esguinces, contracturas, subluxaciones, codo de tenista, etc; por este motivo, es muy importante el recurso a esta terapia para aliviar los dolores de origen muscular, sobre todo en competiciones en las que se debe solicitar con pocos días de descanso una exigencia máxima al deportista, o aquellos en los que haya un claro componente en sólo una dirección y sean claramente asimétricos tales como el tenis, padel, golf, etc.

La visión global de aplicación miofascial en la fisioterapia deportiva implicaría una buena valoración inicial y el conocimiento de la técnica, que permitirá conocer un poco mejor el comportamiento no adecuado de la fascia y su posible reorientación hacia mejora funcional.

Las técnicas de terapia miofascial se basan entre otros aspectos en técnicas de presión sobre un determinado punto y en un posicionamiento específico de la región a tratar en función de las líneas de fuerza que sugieran el cuadro de desequilibrio.