EL SÍNDROME COMPARTIMENTAL EN EL DEPORTE
Fuente:
Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Aragón. Autor: Guillermo Aladrén Pérez. Nº Colegiado 396
Es una causa poco frecuente, pero muy poco diagnosticada, de dolor en las extremidades (sobretodo inferiores) de personas que practican ejercicio.
El síndrome compartimental es una patología causada por un aumento de presión en un compartimento muscular; este aumento de presión puede tener consecuencias no sólo a nivel de la alteración de la función del músculo afectado, sino que el compromiso del flujo sanguíneo puede provocar déficits neurológicos y de otra naturaleza.
Cada compartimento muscular está conformado por varias capas, algunas con mucha más capacidad de expansión que otras, debido a su composición. Así pues, podemos imaginar un músculo que va pasando a situaciones de aumento de volumen muscular conforme se solicita para un determinado gesto deportivo, en función del nivel de exigencia del mismo.
El problema radica en que la fascia no se expande del mismo modo, de manera que cualquier aumento de volumen en ese compartimento supone un aumento de presión en esa área, lo cual supondrá una compresión de estas estructuras sobre una malla. Si esta presión es alta o bien es muy repetida, el flujo de vascularización se verá comprometido pudiendo provocar situaciones de falta de aporte de oxígeno y nutrientes de forma puntual, o de forma cronificada.
Los síndromes compartimentales sueles ser más comunes en pierna y antebrazo; como ejemplo a destacar cabe la actividad de montañismo en los que el músculo tibial anterior puede verse en esta situación, provocando este síndrome con el apellido del músculo.
Otro ejemplo muy sonado fue el del actual campeón del mundo de moto GP, Jorge Lorenzo, en el que el cambio a la categoría reina del motociclismo con las adaptaciones necesarias para ello provocó dicho síndrome en antebrazos, debido, entre otros factores, a la diferencia de exigencia física entre ambas categorías.
La clínica suele ser inicialmente un dolor intenso que va a más si no se cede en la actividad que lo provoca, igualmente el deportista refiere sensación de debilidad y falta de sensibilidad; al intentar mantener el nivel de exigencia no siempre responde adecuadamente a medidas físicas o farmacológicas.
En los casos de mayor afectación, tratándose sobre todo en deporte de élite, la solución de resolución total suele ser quirúrgica.