ENFERMEDADES CRÓNICAS RESPIRATORIAS Y ACTIVIDAD FÍSICA

Siempre se ha considerado que las personas que presentan problemas respiratorios crónicos tales como: Asma, bronquitis crónica, enfisema, tubercolosis, cáncer de pulmón, entre otras muchas, no pueden realizar actividad física moderada ya que ésta puede agravar los síntomas de los procesos y hacer que el deportista no pueda realizar el ejercicio de forma correcta e incluso que empeore de su enfermedad.

En la actualidad existen numerosos estudios que avalan que cualquier persona independientemente de su condición física y de su edad que padezcan trastornos respiratorios puede realizar actividad física de un cierto nivel sin necesidad de tomar productos para mejorar su rendimiento deportivo o enmascarar los síntomas de los problemas que presentan.

En primer lugar se debe consultar con el neumólogo la intención de realizar actividad física de forma regular. Es imprescindible un control médico ya que es necesario conocer el estado real de los pulmones para saber qué capacidad de captar oxígeno y eliminar dióxido de carbono tiene.

Una vez conocidos los límites hay que comenzar de forma progresiva la actividad física sin sobrepasar los límites marcados por el especialista ya que en esos momentos es cuando si se pone en riesgo la salud. Esto se debe a que el organismo necesita un equilibrio, si los músculos necesitan mucho oxígeno para mantener la actividad, el cerebro y las vísceras pueden perder parte del oxígeno que necesitan desencadenando un aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria que puede no ser soportado y entrar en shock o fatiga que cuesta mucho recuperar.

Cualquier actividad física es buena para las personas que presentan problemas respiratorios. Aunque si que es cierto que hay que tener en cuenta el ambiente en el que se va a realiar la actividad. Lo ideal sería el campo con una buena zona arbolada y sin contaminación, sin mucho frío y en las horas diurnas para evitar la entrada de aire frío que pudiera irritar y contraer las vías respiratorias.

El mejor consejo que se puede dar es realizar la actividad en grupo y hablar mientras se realiza, el poder hablar indica que aunque se sude y se note un aumento de la frecuencia cardíaca se puede mantener la actividad un cierto tiempo sin riesgo de fatiga. Hay suficiente oxígeno para poder realizar la actividad y el sistema nervioso central es capaz de funcionar correctamente ya que no le falta oxígeno.

Anímense, no tengan miedo, consulten a su médico y realicen la actividad que más se adapte a su condición física y a sus gustos, los resultados que tiene en la mejora de la calidad de vida, rendimiento en el trabajo y mejora de la autoestima y capacidad de entablar correctamente relaciones sociales está avalada por muchos estudios.

Running, mountain bike, trekking, escalada, caminatas, aerobic, pilates, gimnasio bien controlado…, hay miles de opciones económicas y divertidas, para disfrutar y sufrir en familia, con amigos o simplemente sólo.

Qué tus pulmones no te paren, sé más inteligente que ellos, domínales y hazles trabajar, al final les gustará y poco a poco te pedirán un poco más de esfuerzo. Es la batalla por la satisfacción personal y por una mejor calidad de vida.

Incluso se puede ver aumentada la esperanza de vida en paciente con enfermedades crónicas si se unen a otros hábitos de vida saludables, como dormir durante la noche, comer de forma adecuada y mantener relaciones sociales de forma asidua.