FRACTURAS POR ESTRÉS EN LA MUJER DEPORTISTA
Fuente:
Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Aragón. Autor: Javier Betoré Muro. Nº Colegiado 467.
Las mujeres de más de 50 años que inicien una actividad física deben tener especial precaución para evitar este tipo de lesiones. Las causas de este problema son muy variadas, desde problemas hormonales, sobrepeso, osteoporosis, problemas en el arco plantar, uso de calzado inadecuado, mala dieta, poco descanso, etc.
Siempre hay que hacer deporte pero con seguridad, sabiendo que se hace lo correcto y más seguro para nuestros huesos, por ello siempre hay que realizar un estudio del estado de la columna vertebral para evitar ejercicios perjudiciales para la espalda, la densidad del hueso en cadera, muñecas y región lumbar y conocer si existe algún trastorno metabólico como diabetes o hipertiroidismo o hipotiroidismo.
Igual que un coche antes de salir de vacaciones es imprescindible revisar el cuerpo antes de comenzar a realizar una actividad física ya sea suave o moderada en las mujeres a partir de los 50 años para evitar la aparición de lesiones deportivas de cierta consideración como es este caso.
Una de las lesiones más frecuentes que hemos encontrado en consulta en los últimos años es la rotura por estrés del quinto metatarsiano, siempre del pie de inicio del paso tanto corriendo como saltando. El dato más curioso es que aproximadamente el 70% se correspondía a mujeres postmenopáusicas que habían iniciado actividad física tras muchos años de sedentarismo.
Las causas de este problema son muy variadas, desde problemas hormonales, sobrepeso, osteoporosis, problemas en el arco plantar, uso de calzado inadecuado, mala dieta, poco descanso, etc.
Los movimientos repetitivos mal realizados son muy peligrosos ya que el peso del cuerpo recae sobre un mismo puntos constantemente, si la densidad ósea no es la adecuada es muy probable que el hueso se colapse y rompa por ese punto.
La gimnasia de mantenimiento es un claro ejemplo, en pueblos pequeños el grupo de deportistas es muy heterogéneo y las deportistas de mayor edad y peso quieren alcanzar en poco tiempo a las más jóvenes y mejor preparadas. Es un error muy común, en estos casos el amor propio y el orgullo tiene que dejarse a un lado ya que el deporte debe adaptarse a la persona ya que si ocurre el caso contrario el riesgo de lesión es muy importante.
Hay que realizar un buen calentamiento y usar el material deportivo más adecuado a cada deportista y deporte, no es lo mismo usar unas zapatillas de running paseando por un camino en el monte que en una pista de moqueta o goma de un polideportivo.
El estudio boimecánico de la pisada es un buen consejo para evitar fracturas por stress, las plantillas correctoras van a modificar el paso y permitir que el peso recaiga perfectamente por todo el pie no solo en las zonas de riesgo.
El inconveniente es la economía ya que aunque los precios del estudio y de la fabricación de las plantillas, no es abusivo, la actual coyuntura económica hace que muchas mujeres desechen esta opción. No obstante es una idea inteligente antes de comenzar a realizar ejercicios aeróbicos de marcha.
En definitiva hay que realizar actividad física ya que es imprescindible para mantener un correcto sistema muscular y articular además de un sistema cardiorespiratorio óptimo, controlar el peso y cuidar procesos metabólicos y endocrinos. En las mujeres postmenopáusicas el aumento de peso y la pérdida de densidad ósea lo aconsejan, pero siempre realizarlo acorde a las condiciones de cada persona y en un principio bajo supervisión de un profesional de la salud o de la actividad física.