Rotura del ligamento cruzado anterior en niños

ROTURA DEL LIGAMENTO CRUZADO ANTERIOR EN NIÑOS

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27/10/2014 13:00:00

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Dra. Belén Seral, Traumatólogo Infantil del Hospital Viamed Montecanal.

El 20% de las lesiones que sufren los niños son por traumatismos deportivos, siendo las lesiones a nivel de la rodilla y los esguinces de tobillo las más frecuentes. El 3% de las roturas de ligamento cruzado anterior que ocurren en deportistas, son en pacientes con esqueleto inmaduro. La edad más frecuente es a partir de los 12 años.

Un cambio brusco en la dirección de la rodilla, un mal apoyo tras un salto ó una parada brusca en la carrera, son mecanismos que van a favorecer la rotura del ligamento cruzado anterior.

Se trata de una lesión cada vez más frecuente en las consultas de Traumatología Infantil, dado el aumento de las actividades deportivas durante la edad infantil y adolescencia, destacando los deportes de contacto como el futbol, baloncesto, ó el frontón, pero también en la práctica del esquí alpino. Las niñas tienen mayor facilidad para lesionarse el LCA por sus características anatómicas, es decir, porque tienen una mayor laxitud, una torsión tibial externa, con una escotadura femoral menor que en los niños.

El diagnóstico es principalmente clínico, apoyado en métodos diagnósticos de imagen como la radiografía y la Resonancia. El niño se queja de dolor y no de inestabilidad, como es en el caso del adulto.

La decisión del tratamiento en el niño se basa en la clínica y en la repercusión en su actividad. El tipo de tratamiento y el momento de iniciarlo es un tema controvertido. La técnica quirurgica y la edad osea del paciente son relevantes. Algunos promueven la reconstrucción precoz del ligamento para prevenir futuras lesiones de menisco y cartilago asociadas y permitir una vuelta temprana a la actividad deportiva. Otros defienden la reconstrucción diferida finalizado ya el crecimiento, para prevenir alteraciones a nivel de la placa de crecimiento como una dismetria, deformidad angular en varo o valgo, recurvatum…etc.

Por todo ello es necesario una orientación por parte de un traumatólogo infantil, para valorar la madurez esquelética y edad del niño, inestabilidad y lesiones asociadas de la rodilla, y exigencias deportivas.