LA PROPIOCEPCIÓN COMO HERRAMIENTA PARA PREVENIR LESIONES
Fuente:
Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Aragón. Autor: Fernando Sanz López. Nº Colegiado 321
Propiocepción es la manera en que nos informamos de la posición de los distintos segmentos de nuestro cuerpo, cómo se están moviendo y permite mantener alerta al sistema nervioso. Las distintas estructuras del cuerpo (músculos, tendones, articulaciones…) tienen receptores nerviosos que informa al cuerpo cómo están y en qué posición con respecto al cuerpo y al espacio. El conjunto de todos estos datos se procesa y sirve para movernos y para protegernos.
La propiocepción es un término que se encuentra siempre asociado a los procesos de recuperación y sobretodo prevención de lesiones, pero ¿sabemos realmente qué es? ¿Sabemos cómo influye en la mejora de nuestras capacidades?
Cuando en una persona está a punto de lesionarse, la afectación en los tejidos (que se estiran, contraen o acortan más de lo normal) se transmite al sistema nervioso, y si el funcionamiento es normal, emite una respuesta automática (contracción de la musculatura, evitación del movimiento...) para impedir la lesión o por lo menos para “proteger” y que la lesión sea menos grave. Si el sistema está defectuoso, la lesión se producirá y podrá ser más grave.
De la misma forma, cuando se produce una lesión, no sólo se afecta el tejido, sino también normalmente estos receptores que envían la información se ven afectados. Por eso, en los procesos de recuperación de la lesión, es imprescindible plantear ejercicios para que recuperen su funcionamiento normal.
¿Cómo se estimula el sistema propioceptivo?
El objetivo es que con la información de los tejidos, la respuesta automática del sistema propioceptivo sea lo más rápido posible y efectiva. Para entrenarlo, ponemos las distintas partes del cuerpo que queramos entrenar en situaciones más complicadas de lo normal. Un ejemplo es mejorar la propiocepción en la extremidad inferior intentando mantener bien el equilibrio o realizar movimientos sobre plataforma inestables (colchonetas, "bosus", fitballs, etc.).
Otra forma es concentrar la atención de este sistema, eliminando la información de control de la posición de otros sistemas como por ejemplo el visual. Si intentamos mantener el equilibrio con los ojos cerrados, es más complicado porque eliminamos los estímulos visuales y tenemos que trabajar más con el sistema propioceptivo.
La mejora de la propiocepción se puede hacer de forma estática o bien con la persona en movimiento-dinámica- y el nivel de los ejercicios debe ser adaptado al nivel del deportista. Para saber qué nivel y qué tipo de ejercicios, es su fisioterapeuta el que le puede plantear las distintas opciones y tipos de ejercicios a realizar.
Más información:
Prevención para las lesiones de tobillo: Propiocepción
Se trata de unos sencillos ejercicios que nos ayudarán a tener una buena masa muscular en los tobillos, que permitirá su movilidad, estabilidad y una buena elongación muscular. De esta forma prevendremos lesiones en estas inestables articulaciones.