ROTURA DE ISQUIOTIBIALES
Fuente:
Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Aragón. Autor: Fernando Sanz López. Nº Colegiado 321
Los Isquiotibiales son los músculos que se encuentran en la parte posterior del muslo, y es una fuente de problemas para deportes como el fútbol en que los sprints y el golpeo de balón provocan numerosas lesiones en dicha musculatura.
Una de las más temidas es la rotura fibrilar, por su gravedad y por que es una lesión que frecuentemente es costosa de recuperar completamente, sufriendo el deportista en muchas ocasiones recaídas durante el proceso. En este artículo vamos a comentar pautas fundamentales a seguir para una óptima recuperación.
En la parte posterior del muslo se encuentran los músculos Semimembranoso, Semitendinoso y Bíceps Femoral. Estos músculos flexionan la rodilla y sobretodo, frenan la inercia de la pierna cuando es lanzada hacia delante, en un chut de fútbol o al realizar una zancada larga en un sprint. Esta acción de control provoca que si dicha musculatura no está preparada, no tolere ese esfuerzo y como consecuencia aparezca la temida lesión en forma de ruptura o elongación deb las fibras musculares. De los 3 músculos, el que con más frecuencia se daña es el Bíceps Femoral.
El problema en muchos casos de esta lesión, aparte de su gravedad, es que la recuperación completa es costosa y es frecuente sufrir recaídas hasta su total curación. Algunas de las causas que provocan estas lesiones repetidas suelen ser una mala readaptación a los esfuerzos del ejercicio, falta de fuerza principalmente en el momento de frenada (denominada fuerza excéntrica) en la musculatura, vuelta precoz al entrenamiento/competición o cicatrización inadecuada del tejido muscular dañado.
Ante esta lesión, el proceso de recuperación debe cumplir una serie de requisitos para que la vuelta al ejercicio sea óptima y sin problemas asociados. Para eso, en un primer momento se deben de tomar las medidas generales ante cualquier lesión (frío y compresión de la zona).
A partir de ahí, es muy importante que el proceso de regeneración del tejido sea controlado y tratado por el fisioterapeuta, ya que en las lesiones musculares el dolor disminuye relativamente pronto aunque la zona no esté del todo recuperada.
Una vez que se complete el proceso de cicatrización, la vuelta a la actividad debe ser cuidadosa y progresiva, controlando que las cargas que se le den al músculo sean óptimas para fortalecerlo pero no excesivas. En esta fase, el trabajo de fuerza, sobre todo mediante el tipo de contracción excéntrica, y los estiramientos adaptados al paciente son de vital importancia. El papel del fisioterapeuta en esta fase para controlarla y realizar los tratamientos necesarios sigue siendo clave.
Progresivamente se deben aumentar las cargas que recibirá el músculo, siempre con supervisión, y que cada vez sean ejercicios similares al deporte que se practique. Es fundamental para evitar problemas posteriores asegurarse un buen plan de ejercicios adaptados a la persona y al deporte (normalmente excéntricos y estiramientos) que prevengan la posibilidad de recaída.