La carrera y el Triathlon en niños: evaluación de factores para evitar lesiones

LA CARRERA Y EL TRIATHLON EN NIÑOS: EVALUACIÓN DE FACTORES PARA EVITAR LESIONES

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15/12/2015 11:45:00

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Dra. Belén Seral, Traumatólogo Infantil del Hospital Viamed Montecanal.

Dentro de los deportes que los niños practican en su etapa de crecimiento empieza a destacar el triathlon. No es ninguna novedad, este deporte ya se inició en California en los años 70, y combina natación, ciclismo y carrera. La mayoría de las lesiones que se producen en el triatlón se debe a una actividad excesiva, con una prevalencia que varía desde un 37% al 91%.

La extremidad inferior es la zona que más se lesiona y dentro de ésta y por orden de frecuencia podemos enumerar: tobillo, pie, y rodilla.

Todos los factores que influyen en la aparición de lesiones en la carrera se podrían clasificar en tres categorías generales: el entrenamiento, la anatomía y factores biomecánicos. Es durante la carrera donde las fuerzas son mayores y dependiendo de la velocidad y de la geometría de aterrizaje, las fuerzas de impacto varían entre 1,5 a 5 veces el peso del cuerpo, con una duración muy breve de tiempo. Variables que influyen son el pie, la masa efectiva del cuerpo en contacto, el área de contacto, y las propiedades de los materiales de los elementos de amortiguación como tejidos blandos, zapatos, y la superficie de contacto.

Variables de entrenamiento que más a menudo se han asociado con lesiones por sobreuso son la frecuencia, la duración, la distancia y la velocidad. Más del 60 % de las lesiones que se diagnostican se podría atribuir a errores de entrenamiento.

Ejemplos de lesiones por uso excesivo ó sobrecarga que ocurren comúnmente durante la carrera son las fracturas de estrés, la tendinitis rotuliana, calambres en las piernas, la condromalacia rotuliana, la fascitis plantar y la tendinitis de Aquiles.

Los corredores que han desarrollado patrones de zancada que incorporan niveles relativamente bajos de las fuerzas de impacto y una tasa moderadamente rápida de pronación corren un menor riesgo de sufrir lesiones por el uso excesivo de correr.

Aunque puede que no sea posible o práctico enseñar a los niños a correr con una zancada que incorpore las fuerzas de impacto más bajos y mayores tasas de pronación, hay entrenamiento de hábitos que los corredores podrían adoptar que reduciría las fuerzas de impacto y minimizar los efectos de estas fuerzas en el cuerpo.

En conclusión, es importante que el traumatólogo infantil haga una valoración clínica del niño que va a iniciarse en el entrenamiento de la carrera. De la misma manera es fundamental la identificación de los niños corredores lesionados ó aquellos niños que están en riesgo de sufrir una lesión por sobreuso.