DOCTORA ¿QUÉ CALZADO ME RECOMIENDA PARA MI HIJO?
Fuente:
Dra. Belen Seral, Traumatólogo infantil del Hospital Viamed Montecanal.
Se trata de una de las dudas más frecuentes que manifiestan los padres en la consulta de Ortopedia Infantil.
Durante los primeros años de vida, es muy frecuente que los padres consulten por la manera de pisar y caminar del niño que empieza a dar sus primeros pasos. Es relativamente común escuchar historias como caídas frecuentes o tropiezos constantes porque se chocan con sus propias rodillas. La marcha en rotación interna o puntillas, las dismetrías leves o las alteraciones axiales, así como el pie plano valgo requiere una exploración cuando comienzan a caminar y durante el crecimiento, pero la mayoría de las ocasiones, mi único consejo es que el niño vaya bien calzado.
Una de las preocupaciones más constantes en la consulta de Ortopedia Infantil, motivo por el que preguntan los padres es el tipo de calzado más adecuado para un niño.
En general, los zapatos deben ser cómodos, sujetos al tobillo, adecuados a la horma del pie, con suela y talón reforzados, antideslizantes y flexibles en la zona de los dedos pero que no se doblen fácilmente. Por su material deben ser transpirables y de la talla correcta.
No debe ser herencia de hermanos, puesto que se va a alterar la biomecánica de la pisada repercutiendo negativamente en los tobillos, las rodillas y caderas.
Para el pie plano valgo, muy frecuente en los niños hasta los 5-6 años, es recomendable un zapato con contrafuerte rígido y alto que recoja la parte posterior del pie, con un poco de arco interno.
En cuanto al calzado deportivo, las zapatillas tienen diseños específicos según los diferentes movimientos que requiere cada deporte, facilitando la práctica del mismo y protegiendo de posibles lesiones. Un ejemplo es el calzado para correr, que debe tener control, amortiguación y ligereza. Por lo tanto, debe ser más rígido para limitar la pronación, y más flexible para ayudar a la amortiguación del impacto. En la actualidad las deportivas son un tipo de calzado perfectamente aceptado para el niño, siempre que cumplan las características que he comentado previamente.
Si el niño tiene dolor en el talón, es conveniente no usar un zapato plano y duro. Le recomendaré un calzado con talón más alto, blando y amortiguado.
No son recomendables las chancletas ni cualquier tipo de calzado que no vaya sujeto al pie, que impide dar el paso de manera correcta con una sobrecarga, puesto que se va a favorecer la aparición de dolores a nivel de Aquiles, fascia plantar, tendinitis del tibial anterior..etc
Los zapatos sin atar, moda típica de la adolescencia, son desaconsejables puesto que se favorece la aparición de tendinitis de los extensores de los dedos, dedos en garra, alteraciones de la marcha, esguinces de tobillos..etc
Este artículo de opinión médica en ningún caso sustituye una visita con el traumatólogo infantil. En caso de dudas es recomendable explorar al niño en crecimiento y comentar la información recibida con el pediatra, o el traumatólogo.