EJERCICIO VERDE: LA CONEXIÓN SALUD-NATURALEZA

El “Ejercicio Verde” es un término que se acuñó hace unos 16 años en diversas Universidades anglosajonas para definir la actividad física que se desarrolla en espacios naturales, bien sean urbanos o silvestres.

Desde esa fecha existe una extensa bibliografía donde bajo la óptica de  la medicina, la biología, la psicología, la actividad física y las ciencias ambientales han avalado, para todas las edades, la progresión  de los  beneficios  de la actividad física desarrollada en escenarios naturales  respecto a los recreados por la intervención  humana.

El Ejercicio Verde basa su investigación en las terapias fundadas  en la naturaleza, básicamente  en la comprensión derivada de la  psiconeuroinmunología  (PNIE)  y de nuestra forma de vivir y relacionarnos con la naturaleza, el lugar que como especie  ha sido nuestro hábitat y casa común.

El  Ejercicio Verde tiene dos rasgos definitorios: es global y local. Global porque se   ha demostrado que no hay grupo de edad ni género ni clase social en los que   no se hayan verificados  beneficios  y local porque su eficacia se da en todos  los entornos naturales : desde los parques  urbanos hasta los bosques ricos en biodiversidad pasando por los pequeños paisajes naturales locales.

La mayor experiencia sobre los resultados del Ejercicio Verde se ha demostrado en  la franja de niños de 2 a 14 años de entornos urbanos,  donde empieza a ser una epidemia lo que algunos investigadores denominan el “trastorno por déficit de naturaleza”, sin obviar que cada vez más iniciativas para ancianos  intervienen en este ámbito ( paseos saludables, senderismo, gimnasia en parques, etc.)

Lamentablemente,  es una realidad que nuestras ciudades están contaminadas. Y esta va a ser una tendencia al alza pues el cambio climático, a decir de los expertos en clima, va a consolidar  las situaciones anticiclónicas en invierno y en verano y se va a incrementar  la crisis hídrica. Nuestras respuestas fisiológicas a los contaminantes atmosféricos afectan negativamente a la salud y, en determinados casos, pueden empeorar los resultados  deportivos . El Ejercicio Verde puede aminorar esta exposición  aprovechando los efectos mitigadores y depuradores  de la naturaleza y favorecer   los beneficios fisiológicos, inmunológicos y psicológicos. Entrenar, jugar, divertirse o simplemente caminar en un espacio  verde mejora el estado físico y nuestra respuesta ante el estrés , igualmente , se ha descrito la evidencia de que los espacios verdes y los aspectos restaurativos percibidos en los entornos ambientales pueden funcionar para reducir el esfuerzo percibido y optimizar  el rendimiento deportivo, este tipo de estudios se han orientado más a deportistas de alto rendimiento.

Todo lo anteriormente expuesto debe llevar a un análisis profundo para incorporar el concepto “salud verde” en todas acciones o iniciativas de actividad física y deporte, de una manera inclusiva ( para todas las edades) , holística ( urbanismo, deporte, educación, mayores ) y transversal ( administraciones, tejido deportivo y ciudadanía)

Fomentar las actividades -accesibles y asequibles - en la naturaleza, diseñar y  proponer los parques y jardines urbanos como escenarios deportivos, repensar los recreos escolares - condicionados por asfalto y pelotas -  y facilitar su transición a  patios verdes es una labor de toda la sociedad.

Las alianzas entre salud y ecología; deporte y sostenibilidad; responsabilidad social y acciones individuales no pueden esperar. El tiempo es ahora.  Necesitamos un movimiento, un “Friday for Future” también para la actividad física y el deporte y el “ejercicio verde” puede ayudar a ser una palanca de cambio.