EL CN HELIOS REGRESA A LA DIVISIÓN DE HONOR
Fuente:
Diario EQUIPO
La piscina del Centro Natación Helios mostraba ayer una de sus mejores caras. Se respiraba el ambiente de las grandes tardes y los pupilos de Miguel Gil se sumaron a la fiesta que, una hora antes del comienzo del encuentro, empezaba a forjarse en las gradas.
El nerviosismo de volver a la élite del waterpolo nacional estaba presente en el graderío de la piscina Manuel Molinero, que registraba un lleno absoluto con cerca de 500 gargantas bajo un mismo grito: ¡Helios!
El público llevó en volandas a los heliófilos y conforme iba aumentándose la renta el sueño de volver a División de Honor estaba un poco más cerca. Sin embargo, no fue hasta el último minuto cuando la pasión se desató a partes iguales en el agua y en la grada. Las lágrimas corrían por las mejillas de Miguel Gil –gran artífice de este ascenso– de sus ayudantes, de los jugadores, en definitiva, de todo el CN Helios que se volcó ayer con su equipo.
En el momento que la bocina dio por concluído el encuentro, suplentes y cuerpo técnico acabaron en el agua. La ocasión bien merecía un chapuzón. Las gentes de Helios miraban con los ojos vidriosos al agua. En ella, un grupo joven había devuelto a Helios a lo más alto. Los chicos del gorro azul, hermanos, hijos y nietos de heliófilos, lograron a la tercera, que en esta ocasión fue la vencida, el ansiado título de Primera División y el consiguiente ascenso a la máxima categoría del waterpolo nacional: División de Honor.
Cuando se cumplen veinte años de la última participación del CN Helios en la máxima categoría, los heliófilos regresan a la División de Honor. Una sensación de plenitud que inundó su piscina.