LAS «24 HORAS DE BALONMANO» BATIERON TODOS LOS RÉCORDS

Noticia

25/05/2009

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El Periódico de Aragón

Maristas era una fiesta en la mañana de ayer. El ambiente era espectacular a las once. Engalanado con abundantes banderas de España y salpicadas por algunas de Aragón, se daba un homenaje al balonmano aragonés en el fin de curso. Da manera simultánea se celebraban seis partidos. El gigantesco patio del colegio del Actur se dividió en cinco campos de balonmano.

En una de las canchas se repetía la final del Regional cadete femenino entre la Safa y la Jota. En el resto jugaban prebenjamines y benjamines, alevines e infantiles de Casetas, Maristas, Monsalud, Dominicos y CAI Miraflores.

Todos tuvieron suerte puesto que la mañana fue fenomenal. Se olvidó la tormentosa madrugada en la que los equipos de los veteranos se jugaron el físico en las resbaladizas canchas del patio. El sol picaba y muchos decidieron llevarse paraguas para protegerse de un sol castigador.

Mientras el árbitro daba el pitido inicial a los últimos partidos del gran fin de semana de Maristas, en el que se han batido todos los records de las 32 ediciones anteriores con 2.700 jugadores y 184 equipos, la actividad era incesante en el colegio. En la cocina y en la tómbola los voluntarios no tenían un minuto de descanso. Pero la palma se la llevaba el bar. Llegaba la hora del vermouth y se formó un overbooking en los aledaños de la barra para tomar las refrescantes cañas y las apreciadas tapas.

A las once y media comenzó con una puntualidad germánica el partido entre los benjamines de Dominicos y de Maristas. Para los jugadores es lo mismo jugar un encuentro de liga que el cierre de curso con este amistoso. Los niños siempre van como motos.

2.700 participantes

Dominicos era dirigido desde el banquillo por Paco Torres, el presidente de la sección, mientras que a Coras lo llevaban al alimón el jugador juvenil Fran Soro y Pablo Hernández, el portero del CAI Aragón. Dominicos se fue desde el principio en el marcador. Su superioridad sobre los rojillos simboliza el poderío de una cantera que está de moda. Los niños que llevaban el marcador no daban a basto.

Al final ganó Dominicos por 33 a 10. Pero el resultado era lo de menos. Lo mejor es que ambos equipos se lo pasaron bomba. Tras el abrazo entre los dos técnicos, llegó al banquillo de Coras el veterano Alfonso Mateo. «Lo importante es que este acontecimiento se dedica a los críos. Es un día más de confraternización que de competición en un deporte que es cada vez más serio y menos de formación», afirmaba el histórico Mateo. El encuentro final entre Mateo, Pablo Hernández y Fran Soro en el banquillo simbolizó en las 24 Horas, el evento que organiza el eterno rival, el pasado, el presente y el futuro del balonmano aragonés.