AGARRADOS A PENNANT

Jermaine Pennant es el mejor –quizás el único– motivo para mantener el optimismo. El jugador inglés está respondiendo a las expectativas que generaron su fichaje y es el hombre llamado a tirar de un carro que todavía chirría por demasiadas partes. Pero la preocupante imagen que ha ofrecido el equipo en los dos últimos amistosos no ha conseguido tapar la luz del extremo. Si con tan poco acompañamiento, Pennant ha conseguido brillar y probar que tiene unas condiciones capaces de poner en pie a La Romareda, qué no se puede esperar de él en cuanto el equipo engrase su maquinaria.

Su velocidad, la facilidad para el desborde, una exquisita técnica y la capacidad de asomarse al gol han convertido a Pennant en la sensación del verano. Es la única, de momento, pero es ilusionante. Algo a lo que agarrarse.

La defensa, la línea que ofrece las mayores dudas

Dijo Marcelino que la defensa era la línea que menos había podido trabajar en verano. El entrenador achaca la circunstancia a que es ahí donde faltan el mayor número de fichajes. La excusa, que no deja de ser cierta, esconde también una realidad: la organización defensiva es caótica. Marcelino está convencido de que la llegada de varios defensas (está Obradovic, faltan uno o dos más) resolverá el problema. La fe del técnico es la del zaragocismo. Pero, por lo visto hasta ahora, cuesta creer porque el equipo defiende muy mal.

Se vuelve a echar en falta a un organizador

Aunque la apuesta de Marcelino sea el contragolpe y con ella haya conseguido buenos éxitos como entrenador (el último, el ascenso) se sigue echando en falta a un futbolista capaz de hilvanar el juego del equipo. Cerca de la certeza definitiva de que Abel Aguilar es un jugador de corte idéntico a Ponzio, las tareas creativas recaen casi en exclusiva en Gabi. Vuelven a generarse las dudas del año pasado y que llevaron a Jorge López al eje del equipo en ocasiones. Otra vez no hay un cerebro. O al menos, de momento, no ha aparecido.

El uso y el abuso del fútbol directo

Otro de los asuntos que generó debate el año pasado fue la apuesta del técnico por el fútbol directo. Desde luego, si la orden de salida no es esa (buscar rápido a los puntas), el equipo no está interpretando bien la idea de juego. Es más que habitual que sean los centrales quienes inicien el juego de ataque con un pelotazo frontal a los puntas. Ni es fácil jugar así ni el Zaragoza tiene delanteros capaces de descolgar balones del cielo o guardarlos esperando a la segunda oleada. La apuesta es equivocada o inviable.

Pocos fijos en un once con interrogantes

La pretemporada empezó con casi todos los futbolistas en el escaparate. Esa pérdida de confianza que puede haber generado la situación se está dejando ver en los amistosos. Hay pocos futbolistas con jerarquía (Carrizo, Pennant y Uche, acaso), mientras que el resto tienen carácter provisional. Pensar en un once tipo del Zaragoza sabiendo que Marcelino pide tres o cuatro fichajes más resta credibilidad a cualquier prueba. Hay futbolistas que deben ser importantes y parecen faltos de confianza. Propia o ajena.más ...