LOCURA POR LA 'EÑEMANÍA'
Fuente:
Heraldo.es
Cientos de personas recibieron con cariño a la selección española con Pau Gasol a la cabeza
La afición de Zaragoza no podía fallar. La mejor selección del mundo (con permiso de los estadounidenses), la suya, llegaba ayer por la tarde a la ciudad y cientos de aficionados querían mostrarles su cariño, su apoyo de cara al próximo Eurobasket de Polonia y se plantaron a las puertas de la Estación Delicias y del Hotel Boston para que los hombres de Sergio Scariolo se sientan como en casa. Con Pau Gasol como seña de identidad, aunque no vaya a participar en el torneo zaragozano, la Ñ, como es conocido el combinado nacional, regresaba un año después a tierras aragonesas procedente de Sevilla. En apenas unos instantes los aledaños de la estación se convirtieron en un hervidero de jóvenes y no tan jóvenes buscando el autógrafo, la foto o el saludo de sus ídolos.
Zaragoza volvió a demostrar que es una ciudad de baloncesto y demostró, y lo seguirá haciendo en los próximos días, su locura por la 'Eñemanía'.
Con unos minutos de retraso entraba al andén el AVE que traía a una selección que levanta pasiones allá donde va. Su juego encandila, enamora, pero a la vez es un grupo que se hace querer, algo que demostraron tanto jugadores como técnicos atendiendo en la medida de sus posibilidades las peticiones de los cientos de aficionados que allí se dieron cita. La presencia de los internacionales volvía a animar a una afición algo tocada tras el descenso de su CAI hace unos meses. Pero esta es otra historia. España va a luchar por los metales en Polonia y Zaragoza quiere poner su granito de arena. El primero fue el cariño de su gente.
Los jugadores fueron desfilando junto a la vía camino de la salida, donde se encontraba el autobús. Y al fondo de la rampa se toparon con los primeros aplausos, gritos y carreras en busca de su instante de gloria junto a los 'cracks' de Scariolo. A pesar de las horas de viaje y el cansancio, los jugadores de la selección se mostraron agradecidos por el recibimiento (Zaragoza les gusta, tal y como se han cansado de repetir) y no dudaron en firmar autógrafos y posar para inolvidables instantáneas.
Los Reyes, Ricky, Cabezas, Claver, Llull, Raúl López y compañía fueron accediendo al autocar. Los más rezagados, un Scariolo que quiso esperar a todos sus hombres, y tanto Pau Gasol como Jorge Garbajosa que atendieron a la prensa nada más apearse del tren. Cuando el pívot catalán apareció ante los aficionados quedó patente quién es el líder de este equipo y a quién se idolatra más si hablamos de baloncesto. La ovación fue sonora y si no llega a ser por la Policía Nacional que escoltaba al jugador (y que ha reforzado las medidas de seguridad en torno al hotel de concentración) todavía estaría allí firmando papeles, posters, camisetas...
La locura continuó a las puertas del autobús, al que tardaron lo suyo en subirse todos los protagonistas. Era la primera muestra de afecto de la ciudad hacia sus internacionales. Pero no será la última, ya que Zaragoza disfrutará de su selección hasta el sábado, y de su juego tanto hoy como mañana en un Príncipe Felipe que tampoco fallará.