Pavón escribe un triunfo de pizarra

PAVÓN ESCRIBE UN TRIUNFO DE PIZARRA

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28/09/2009

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El madrileño marcó el primero y asistió a Abel Aguilar en el segundo. El Zaragoza jugó como un bloque sin fisuras

Francisco Pavón se reivindicó ayer con una actuación magistral. Firmó un triunfo de pizarra que supuso, además, un gran triunfo personal para él. El Real Zaragoza fue mejor que el Getafe durante los noventa minutos y dio una lección de compromiso, trabajo, lucha, entrega y, sobre todo, estrategia, mucha estrategia. Así llegó la segunda victoria de la temporada en una tarde que también elevó a los altares a Abel Aguilar, autor de dos dianas, y mantuvo en la cima a un Leo Ponzio espectacular. El duelo dejó el regreso de Ewerthon, quien asistió al colombiano en la segunda pelota que tocó.

Pavón fue decisivo en el triunfo de ayer. Lo fue porque su cabeza es el objeto más buscado por Jorge López. Esta sociedad fue letal. La suerte había dado la espalda casi siempre como zaragocista, pero frente al Getafe pudo cambiar el sino del madrileño. Es algo que el tiempo dirá. Marcó un gol y asistió a Abel Aguilar en el segundo. Y en su propia área también fue un coloso. No celebró el gol, puede que enfadado consigo mismo, las críticas o los pitos de la grada. Pero sí gritó bien fuerte que está en La Romareda para ser importante. Pavón fue decisivo en la pizarra de Marcelino porque el Real Zaragoza ganó al Getafe a balón parado.

La sociedad López-Pavón

Todo sucedió en la primera parte porque los aragoneses ganaban por dos goles a la media hora de juego. A partir de ahí, el equipo de Marcelino jugó como un bloque sin fisuras e incluso pudo golear a un Getafe superado por los acontecimientos y que nunca supo reaccionar a la pizarra zaragocista. Y no lo hizo porque apenas siete minutos después de encajar el primer tanto se llevó el segundo. Jorge López, el lanzador perfecto, asistió a Pavón en un saque de esquina para abrir la lata y repitió para que la cabeza del madrileño regalase el tanto de Abel Aguilar.

El colombiano, clave

La nueva posición de Aguilar ha resultado decisiva. Eso, y que Ponzio es un titán. La labor del argentino es tan oscura como eficaz, aunque ayer ofreció una auténtica lección con el balón. Igual que la de Gabi, un auténtico correcaminos con calidad suficiente para lanzar el juego local. El Real Zaragoza juega mejor con él pegado a Javier Arizmendi y el equipo presenta una solvencia ya casi olvidada por todos. El equipo de Marcelino fue muy superior al de Michel. Marcó a balón parado, sí, pero también es verdad que ofreció una imagen de escuadra compacta y perfectamente organizada.

Dio la misma sensación que unos días antes ante el Sporting. Sin embargo, ayer cambió la suerte. Pavón adelantó a los aragoneses a los quince minutos y todo fue mucho más sencillo.

La tarde transcurrió con el guión soñado por Marcelino. El Zaragoza pegó dos veces y se echó atrás para esperar al Getafe. Robar y correr era la consigna. Y resultó que la idea era muy buena. Los madrileños apenas inquietaran a Carrizo. Sólo estuvieron cerca del argentino en un lanzamiento lejano de Manu y en otro de Pedro León que sirvió para que se luciese a lo grande. Vaya mano sacó poco antes del descanso. Fue providencial.

El Getafe movió ficha y cambio totalmente su ofensiva. Dio igual. El Zaragoza siguió con el planteamiento establecido y aprovechó del estado de gracia de un Ponzio que llama con fuerza a las puertas de Diego Armando Maradona. Los visitantes se chocaron una y otra vez con el argentino y ahí se estrelló cualquier intento de reacción del Getafe.Más...